martes, 16 de junio de 2009

27 jóvenes parados rehabilitarán los espacios litorales y el molino de Quintín

ALEXIA SALAS/ SAN PEDRO/ LA VERDAD
Aprender mejorando los espacios públicos es la filosofía de la Escuela Taller Molino de Quintín, que ponen en marcha las concejalías de Igualdad y Juventud. El objetivo del proyecto es formar a 27 jóvenes parados de San Pedro del Pinatar, de entre 16 y 24 años, para que se inserten después en el mercado laboral. Realizarán tareas de reparación y mantenimiento para la conservación de diversas infraestructuras locales, con prioridad para un proyecto reclamado desde hace varios años por los vecinos de la pedanía costera de Lo Pagán, la rehabilitación del viejo molino de Quintín, emblema de la localidad y memoria en pie de la historia salinera de este rincón en la costa murciana.
«Monitores especializados y personal municipal supervisarán los trabajos de los alumnos-trabajadores», indica la concejal de Igualdad y Juventud, Carmen Honrubia. El plan de formación incluye trabajos de albañilería, pintura y jardinería, además de conocimientos de cualificación profesional, prevención de riesgos laborales, sensibilización ambiental, igualdad de oportunidades y formación empresarial, es decir, un entrenamiento básico para emplearse en una empresa o recurrir al autoempleo creando una pequeña empresa propia.
En los próximos meses, los alumnos trabajadores comenzarán a reparar y hacer pequeñas obras en edificios municipales, calles y zonas verdes, con especial atención al acondicionamiento del espacio marítimo costero y al entorno del viejo molino que señala el inicio de la playa de la Mota, en el entorno salinero. Colegios, el polideportivo, centros de mayores, la piscina y otros entornos públicos se beneficiarán de su trabajo al tiempo que los aprendices se entrenan en algunos de los oficios más demandados en la zona.
En albañilería aprenderán a hacer replanteos, demoliciones y retirada de aceras, pavimentación zanjas, instalación de mobiliario urbano y otras labores. En pintura, se ocuparán del buen estado del mobiliario urbano, de la señalización horizontal y vertical y de la pintura de los vehículos y edificios públicos. Los aspirantes a jardineros tendrán que aprender a preparar terrenos, plantar, sembrar, abonar y podar, además de mantener el césped y controlar las plagas. El presupuesto con que parte el proyecto se cifra en 12.000 euros para lo que han pedido ayuda económica al Servicio de Empleo y Formación y a la Federación de Municipios y Provincias, además de al Instituto de la Juventud para poner en marcha el plan.

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